sábado, 30 de agosto de 2008

Batman: La Máscara del fantasma


Lo que necesitas es AMOR

“The Animated Series es un producto de los noventa que trasciende de una forma muy bella el espíritu anacrónico de pertenecer a una década”
Alvy Singer.

SPOILERACOS

Adaptemos la frase de Alvy Singer para La Máscara del fantasma. La película de Batman por los creadores de la serie animada. Es momento de rectificar y he de decir que ahora no pienso en The Dark Knight la mejor película de Batman junto a ésta, sino que La Máscara del fantasma es claramente superior en todo. Evidentemente, omite el realismo y la seriedad impostada de TDK. Pero la Máscara del fantasma también es oscura, melancólica, divertida y más profunda (sin querer pretenderlo, todo sea dicho), sin tener que recurrir a frases rimbombantes, metáforas obvias que salen de las bocas de los protagonistas de TDK como si fuesen poetas pochos o dos horas y pico de metraje. En una hora, La máscara del fantasma condensa más que TDK. Me refiero a que consigue contar muchas de las cosas que TDK se propone: Unos orígenes de Batman en el que llega a cuestionarse si convertirse en un justiciero o vivir con su novia una vida sin sobresaltos. Unos orígenes contados mediante recuerdos en un presente pocho y oscuro bajo una estética expresionista recogida de lo mejor que tenían los Batman de Burton, y que sin el espectador lo sepa, nos está contando el origen otro justiciero, aunque su definición real sea la de vengadora. Es decir, la génesis de dos justicieros que combaten lo mismo pero de diferentes maneras: Cuando Batman olvida ser un vengador, y piensa en él como justiciero justo y sin asesinatos, y El Fantasma, el amor de su vida, es una vengadora que mata a todo aquél que provocó la muerte de sus padres, que, al fin al cabo, es la misma mafia que Batman desea desmantelar. Y en el final se nos presenta algo terrorífico: Bruce Wayne no está destinado para el amor, su destino es ser Batman, mientras que Andrea Beaumont está destinada a llorar la muerte de su padre sin ningún apoyo. La Máscara del fantasma también toca el tema del superhéroe y su relación con la sociedad, del rechazo que puede sufrir, aunque no incide demasiado en el tema. Tenemos a un Joker de guest star, como perfecto villano ante un Batman perseguido por la policía e intentado recuperar el amor de su vida en una escenario futurista y abandonado que, paradójicamente, era donde Wayne y Beaumont pasaron uno de sus primeros momentos idílicos. Ahora es la revelación de un futuro mucho peor. La película de Timm, Dini y cia se mueve entre las referencias a los momentos más emocionantes del Batman primigenio en el Año 1 de Miller y la propia serie animada. La película no es perfecta, ni mucho menos, pero están las bases de una excelente sincronía entre acción (soberbias las escenas de acción en la película: Desde sus primeras actuaciones hasta cuando lleva un tiempo siendo Batman), melancolía e inteligentes referencias, algo para lo que Nolan necesita sentirse inteligente al escuchar sus diálogos: Lo peor es que el público acepta que se lo digan a la cara sin ningún respeto.

miércoles, 13 de agosto de 2008

El Caballero Oscuro




Una de las cosas que he descubierto viendo The Dark Knight es lo patética y tonta que es su predecesora, Batman Begins, que viendo su secuela ya no tiene ningún sentido y la deja todavía más en ridículo: En Begins había una enseñanza moral y diez evidencias en cada escena que, junto a la melodía de Hans Zimmer, el desaprovechamiento de Rha’s Al Gul convertido en un matón de Al-Qaeda o la interpretación de Katie Holmes y su estúpido Rachel Dowes, llegaba a cotas ridículas-sin mencionar unas escenas de acción, ejem, que más que desastrosas…inexistentes-.

The Dark Knight ni es una película perfecta, ni es la película definitiva de Batman, sí la mejor junto a la animada La Máscara del fantasma, muy superior a Begins, Scumacher y no tan superior que las de Burton (en especial Batman Vuelve). Su absurda y caricaturesca pomposidad reaparece, en menos grados, pero en forma de metáforas subrayadas y recurrentes con Harvey Dent/Dos Caras-como la metáfora personificada ya de por sí cristalina- sobre el que cae el peso dramático y los diálogos ridículos-junto a un olvidado y perdido Alfred-, aunque su planteamiento inicial es interesante…hasta que se convierte en Dos Caras. Puede que ese sea el principal error de The Dark Knight, que empieza como un aburrido cómic de Jeph Loeb y Tim Sale, pero que se redime con un Joker que es la verdadera estrella de la función.


Ahora lo bueno, la película está plagada de ideas buenas( ¡atención al BAT-POD!) que se llevan correctamente a cabo: Un Joker-Un Heath Ledger- perfecto, alejado del histrionismo de Nicholson, mucho más perverso, divertido, anárquico (¡podría ser discordianista!)e hijo de puta. Es el Joker quien desata el aire malsano, caótico y las dosis de humor negro en la película. Hay en cada escena suya un detalle interesante a apuntar, en especial, sus apariciones por televisión: pérfidas y provocadoras. Es sorprendente que The Nolan Bros vayan en contra de todo el discurso, por así decirlo, de Begins en el propio Joker: Eliminan un pasado para convertirlo en un ser más enigmático. La dirección que toma TDK gracias al Joker es excelente: Recrea, de verdad, una sociedad en medio del caos y un superhéroe, y sus ayudantes, al borde de sus límites físicos y emocionales, obligados a trazar un plan arriesgado.

Y sí, entretenida, algo primordial para un blockbuster y más de género superheroico. Nolan ha estado bien: Las escenas de acción ya se ven y podemos disfrutar de una bellísima Gotham, e incluso podemos hablar de intensidad en importantes escenas como el primer enfrentamiento contra el Joker (aunque seguimos sin poder hablar de una genialidad al nivel Bourne). Vibrante. Pese a todo, TDK sigue con sus irregularidades y sus caricaturescas pretensiones.

domingo, 10 de agosto de 2008

Aullidos


"No puede domesticar lo salvaje. Es natural"


Lo decía uno de los licántropos en la delirante y siniestra parte final de la película dirigida por un joven, y en plena forma, Joe Dante junto a un Sayles en estado de gracia después de haber escrito Piraña, formando otra vez un equipo más que efectivo con Dante. Digámoslo, puede que sea la frase que resuma los valores de la película: Aullidos encuentra su fuerza y su belleza en la brutalidad de un tipo de hommbre lobo excesivamente salvaje, depravado y con...problemas emocionales.

Sin tomarse ninguna complaciencia con el espectador y totalmente agria, lo que no quiere decir que se permita destilar humor en casi toda la-repito, excelentísima- parte final,Aullidos empieza casi como un giallo, o empieza donde sería la parte final de cualquier thriller pero dirigido de una manera mucho más onírica, cuando nuestra protagonista se acerca al loco que le acecha. Dante consigue de los primeros quince minutos un resumen serio de a lo más tarde encontraremos: Brutalidad y perversión. Por una parte, en la historia, econtraremos la historia ya citada: La de nuestra atacada y famosa protagonista junto a su marido, en el que esos quince minutos los marcarán hasta ser el causante de la marcha a una villa para hacer terapia de grupo.

Por otra parte, tenemos la parte más Hammer, es decir, la investigación paralela del caso de nuestra protagonista. La pareja de periodistas descubre todo lo que envuelve la leyenda de los hombres lobo. La que, inexorablemente, tiene que acabar metiéndose de lleno en la historia.

En Aullidos, los protagonistas se encuentran indefensos en su peor momento emocional y, como indefensos, resulta imposible salir bien de la situación. Ahí se encuentra otro acierto de Aullidos, la falta de complacencia con el espectador de la que hablaba antes, aparte de que Dante sabe perfectamente mantener el pulso escenas de los ataques de licántropos sin perder en ningún momento tanto la emoción como la espectacularidad. Es lo que me lleva a recordar-¡llámenme loco si quieren!- Perros de paja de Sam Peckinpah, tanto en el ritmo de la narración como en la llegada de un matrimonio en una comunidad hostil.

Referencial, sí, Aullidos se sabe alejar de una manera inteligente, y no se limita la pura referencialidad, sino que crea una nueva vía con un hombre lobo dibujado ya como más poderoso y como secta de locos. Mención especial un final tan impactante como inolvidable: Una transformación y una muerte en directo desde la televisión. Que también define a Aullidos, una buena idea llevada hasta el extremo.